Mucha gente piensa que los búfalos son de costumbres diurnas, entre otras razones porque los leones, su principal amenaza, tiene hábitos nocturnos; pero la realidad es que son tanto diurnos como nocturnos ya que comen, descansan y se desplazan independientemente de la hora del día; aunque si bien es verdad que lejos de las zonas protegidas de los parques y reservas tiende a ser más activo de noche. Son animales muy propensos a enfermedades, con lo que siempre que tengan la oportunidad buscarán charcas de barro para darse un buen baño de barro y así eliminar todos los parásitos del cuerpo como hacen los facoceros. El barro les protege la piel de posibles picaduras y ejerce de barrera natural contra tábanos y mosquitos. Una vez seco, el búfalo se retorcerá frente a arboles, arbustos o lo que encuentre para quitárselo del medio. El barro no es siempre un aliado, ya que en multitud de ocasiones, los búfalos se ven aprisionados en el barro, debido a que el calor es tan intenso con lo que se endurece con rapidez quedando el animal atrapado en su interior a la espera de una muerte lenta y agónica por inanición o bien por que traiga a leones y hienas que al ver al animal inmóvil sin posibilidad de defenderse no intentarán asfixiarlo mordiéndole en la garganta, sino que empezarán a devorarlo vivo por las partes traseras lo más alejado posible de sus poderosos cuernos.
Esta obra puede considerarse monocromática pues se ha desarrollado en una base gris y los colores del lápiz negro y blanco.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario